“Tiene razón pero va preso”. ¿Cuántas veces hemos escuchado o dicho este antiguo aforismo? Es una expresión que te ofrece la ambigua posición de estar de acuerdo y no estarlo de manera diplomática. Esa postura ambigua y/o diplomática mucho me preocupa cuando la observo, escucho o siento en los líderes que quieren cambiar a Venezuela, mal llamados “de la oposición”.
De forma simple quiero expresar lo que pienso, asumiendo que aún puedo hacerlo sin miedo al juicio, ataque o persecución política. Bueno, solo asumiendo. Hoy como todas las mañanas, escuchaba a César Miguel Rondón entrevistando a los diputados Juan Andrés Mejías y Tomás Guanipa. Ambos, en sus palabras, expresaban la importancia de lograr llegar al Referendum Revocatorio para este año. Estamos de acuerdo. Sin embargo, me llamaba la atención que en su verbatum (discurso al hablar), se podía escuchar la casi orden de adaptarnos a las triquiñuelas del régimen para complacerlos y así lograr los objetivos de revocar al mal llamado presidente de lo que yo llamo la República Psiquiátrica de Venezuela.
La capacidad de adaptación del ser humano ha quedado demostrada en nuestro País, pero dicha adaptación no ha sido para generar un proceso evolutivo si no para instalar la sumisión como una forma de pensamiento colectivo. Quedo con la boca abierta, entro en pánico, colapso, cuando escucho a alguien feliz porque llegó tal o cual producto o cuando la gente se expresa contentan porque ahora son 3 y no 4 las horas de cortes de luz; o cuando alguna familia conversa sobre cuál es la mejor o peor hora de racionamiento eléctrico, o cuando en radio nacional escucho a un Diputado decir que “los que tienen firmas invalidadas que apoyen a los que la tienen validada”. Es decir, que si a mi me eliminaron mi firma, yo no debería tomar toda mi frustrachera y llevarla al CNE para la queja, si no que debería morderme la lengua y movilizar, ayudar, darle la cola al que sí le aparece la firma. Al escuchar que en los días de validación de firmas debemos movilizarnos y apoyarnos mutuamente, convertirnos en fiscales de tránsito, ayudar al orden civil porque en los Teques, por ejemplo, deben ir miles de personas a firmar (y la idea es no colapsarlo) o a ratificar su firma, ya que el CNE determinó que será un solo Centro Electoral por Estado, esas se suponen son las acciones a seguir. Es decir, que si el CNE declara que el día que hay que ratificar o validar (ya ni sé cuál es el término exacto), debemos ir parados de manos y colocar el dedo gordo del pie derecho en la capta huella, los líderes de la oposición elaborarían el discurso siguiente: “Vamos todos con nuestros dedo gordo del pie! No nos van a amedrentar! Hemos dispuesto gimnasios en todos lados y gimnastas para que les refuercen los brazos y aprendan a caminar con las manos! En la cola les daremos hidratación y el kit para limpiarse el pie del dedo que usará! Tranquilos que unidos podemos lograr nuestros objetivos! Bla! Bla! Bla! QUÉ VAINA ES ESTA?! Me disculpan por la analogía pero es lo que ha venido sucediendo desde hace mucho tiempo ya! El régimen ha VIOLADO todas las normas, plazos, leyes, regulaciones y protocolos para usar trucos, dilaciones, excusas leguleyas inventadas a última hora para retrasar lo más posible el ejercicio de la voluntad popular consagrada en la Constitución! Y nosotros nos hemos ido adaptando a sus constantes irregularidades y no solo validando dicha práctica (cosa que es grave de por sí), si no abandonando el derecho legítimo al reclamo, a la queja, a la protesta! Muchos le temen al tema de la violencia, ese temor está infundado en ignorancia y miedo. El mismo Ghandi hizo que lo arrestaran un día para enardecer a sus seguidores y precipitar eventos que cambiaran el rumbo de algunas cosas. Me disculpan, Leopoldo no es Ghandi, nosotros no somos Hindúes, somos de un atierra hermosa que entraña un grave defecto: falta de lealtad genuina e identidad nacional!
En 18 años la oposición no parió un líder, ni un discurso, ni una doctrina, ni una propuesta de País que lograra seducir y revertir el desastre del chavismo. Sí, lo sé, soy poco romántico a veces. Desde el punto de vista de datos objetivos, es la visión que tengo de las cosas. Es mi percepción. Mucho me angustia mi percepción. Me preocupa enormemente que hoy día aún crean que a Jorge Rodríguez lo colocaron de vocero por ser “psiquiatra” y así usar su formación para manipular o desmotivar. Rodríguez es una desgracia para el gremio y un mediocre en la materia. Estamos distraídos en tantas pendejadas… Esta gente (régimen) se alimenta de los análisis que de ellos hacen los medios. Si por una semana dejáramos de hablar de Maduro y su combo estos entrarían en colapso, su angustia los enloquecería porque sólo viven para llamar la atención, no tienen otra forma de existencia. Ellos son los que pagarían por sexo ya que no tienen la capacidad de enamorar y seducir a una mujer.
Es tiempo de hacer presencia real, no virtual (en las redes). Es tiempo de dar la cara y presentarnos en las entidades del Estado exigiendo el derecho a la luz, al agua, a la educación, al respeto a mi firma, a mi voluntad… a una vida digna! Es tiempo de cambio, pero primero debe cambiar el pensamiento, luego el sentimiento y después las acciones. Esta es una carta abierta. Es mi forma de drenar y expresarme. Dime qué piensas…. Exprésate…. Gracias por leerme (aunque no estuvieres de acuerdo conmigo), eso es democracia!
