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HEMOS MUTADO!

Luego de 16 años la psique del venezolano ha mutado, se ha transformado desdibujando la línea de lo que es correcto y lo incorrecto. La ética ha sido pisoteada en una cola por pañales. La miseria es el rasgo que nos diferencia de otras nacionalidades. Estamos vestidos de indignación y tristeza mientras caminamos con zapatos teñidos de desesperanza. La comodidad se ha convertido en miedo y la impotencia es la nueva harina para hacer arepas. Protestar, quejarse, gritar, expresarse todas estas son acciones prohibidas o criticables. Si protestas por las redes eres cómodo. Si protestas en la calle terminas preso, muerto, perseguido o lesionado y una lesión profunda puede ser la desesperación de verte luchando solo. Ser gerente de un supermercado no es distinto a ser ministro, deben elegir a quién benefician y defender el puesto. El defensor del puesto apuesta a sus jefes y el pueblo apuesta al tambor de un revólver. Un cajero de banco hace más dinero de bachaquero y la nueva profesión es la sumisión que aunque no paga al menos protege. Somos una sociedad que espera que la sociedad haga algo para barrer la suciedad y así nos perdemos en el tiempo, en un juego de palabras inútiles y vacías que solo sirven como pasatiempo para tener de qué hablar. Solo se habla del dólar, la inflación, la corrupción y la política mientras hacemos negocios con el dólar, revendemos productos de primera necesidad, le pagamos al policía para evitar la multa y al momento de la queja somos políticos para "llevar la fiesta en paz". La paz se ha convertido en el producto más costoso y buscado del mercado. Ya no lo venden, no hacen promociones, no lo dan gratis. La paz ahora hay que construirla solo que la escasez de la materia prima tiene parada su producción.
Los supermercados son como los medios de comunicación, no veo lo que quiero si no lo que otros deciden que vea. No compro lo que quiero porque ya no hay de donde elegir. La elección ha desaparecido y si la vieran por ahí la acusarían de herejía y la quemaran viva.
En un País donde no hay comida y el hambre se mitiga con migajas, donde hay tanto jucicio como miedo, donde la supervivencia existe sin sentirse por estar adormecidos; en un País donde esperamos que el otro haga lo que quiero hacer pero que da miedo, donde mientras pueda tengo y mientras tengo puedo, donde la comodidad del sofá ya no es por descanso sino por seguridad... en ese País ya no se vive.... se sobrevive... se intenta respirar pero sin hacer mucho ruido. ....
Hoy descargan en Maiquetía más armas y balas que alimentos y consciencia. Hoy criticamos más al otro sin asumir nuestra cuota. Hoy las palabras de Bernard Shaw están más vigentes que nunca: "Libertad conlleva responsabilidad, por eso no todo el mundo la persigue".
Nuestros presos son héroes, los héroes de la patria son muertos, el Presidente es obrero y los profesionales deben irse del País sin aspirar ser presidentes. Ya no vivimos en un País del continente americano. Vivimos en una dimensión desconocida, en una realidad alterada, invertida, basada en el absurdo y lo más absurdo es que ya nos hemos acostumbrado. Pareciera que un portal, un agujero negro y oscuro hubiera sido abierto con las palabras mágicas "Por ahora" y desde allí nos haya succionado, consumido y mutado hasta el ADN mismo convirtiéndonos en un tejido que se rechaza a si mismo. Ya no nos reconocemos el uno en el otro, somos células extrañas en el mismo organismo, somos un tumor de sociedad, un cáncer con metástasis en lugares inimaginables, somos una mutación de País.
La paz esta tan devaluada como el bolívar al igual que el sentido común, la autoestima y la moral. Perdimos la brújula y ya no podemos distinguir entre lo que es correcto y lo que no. Este escrito será criticado, tal vez me dirán pesimista o juzgarán que un experto en conducta escriba de forma tan depresiva. Sé que el diagnóstico es lo que no queremos leer porque el pronóstico es reservado. Pero también sé que existen tratamientos, no uno milagroso si no varios, los cuales aplicados todos a la vez podría cambiar la historia de las cosas. Lo que será más complicado será tratar al Alzheimer que vivimos colectivamente porque recordar puede ser doloroso por eso crecer duele pero ante tan sombrío escenario tengo Fe, porque sé que en crisis se crece.....
En toda mutación quedan dos opciones: ser una aberración marcada para la extinción o convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos para asegurar la continuidad de la especie....
La historia nos ha demostrado que la especie humana siempre sobrevive... nosotros hemos mutado.