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Amor de lejos...

    ...¡FELICIDAD DE CUATRO! Cuando se trata de hablar de amores platónicos debo ser tal vez el único hombre que publique sobre ello. El resto lo practica en su forma muy particular. Todos y todas han experimentado algún tipo de amor con alguien imposible (artista, casado, deportista, piloto de avión comercial, gay, etc), y no todos entran en la misma categoría, ¡claro! Algunas veces (o aún y ahora) han sentido una "conexión especial" muy tenue que te aviva cuando la cosa con tu pareja se torna aburrida: fantaseas y te das largos baños en la noche... ¿Te imaginas cómo sería la cosa si estuvieran juntos? y muchas veces cometes el error de comparar tu fantasía con tu realidad y en eso ¡hay que tener mucho cuidado! Tu vida real existe en el aqui y en el ahora. Tus fantasías son ilusiones escondidas "imposibles de compartir" (a menos que exista mucha madurez sexual en la relación y así, en tu cabeza, gozarían un mundo los cuatro). Existen muchos tipos de amores: platónicos, filiales, románticos, amistosos, pasionales, etc. Pero, curiosamente el platónico es el que todo mundo tiene pero POCOS CONFIESAN. Esto tiene que ver con la delicada situación entre la pareja llamada "comunicación". Hay que aprender a comunicarse pero sin cometer "sincericidio" ...¡Mosca! (Una cosa es comentar cómo te fue, a tu pareja, y otra es darle muchos detalles que le puedan hacer daño, ¡al crearse sus fantasías erotoinfieles sobre tí!). Todos tenemos un lugar en nuestro pensamiento que es "nuestro" y es "íntimo" y no tienes por qué compartirlo con más nadie. (Bueno, con tu amor platónico si aún están en contacto). El asunto es que tienes permiso de fantasear y entender que los amores platónicos existen como parte de tu condición de ser humano. Nosotros los hombres disfrutamos mucho los amores lejanos. Si tenemos la suerte de entrar de nuevo en contacto con "un amor del pasado" nunca falta la oportunidad para revisar cuánta calentura quedó (en esa parrilla), a ver si podemos ¡encender de nuevo el fiestón! Si no tenemos amor platónico, lo inventamos (para no quedarnos atrás) y si nos gusta mucho una chica con la que nunca seríamos pareja, la platonizaríamos y le empezaríamos a enviar cartas románticas confesándole que es nuestro amor platónico. Claro está que en la mayoría de los casos es para ver si tenemos chance de comer "la carne a la parrilla, con chorizo y todo". Así somos los muérganos de nuestro género: simplones, bonachones, fantaseosos, visuales y por sobre todas las cosas, poco enrollados. Si un hombre te dice que eres su amor platónico créelo si en el tiempo se mantiene conectado contigo; Si no, ni te preocupes en creer que pueda ser cierto. "El tipo solo lanzó el anzuelo a ver qué pesca". Si un hombre te confiesa que es tu amor platónico y para tí también lo es: ¡listo!... Tu vida dejó de ser aburrida y ¡estás lista pa´ la parrila! Es decir, ¡se armó la fiesta! Hmmm, me explico; tendrás la oportunidad de experimentar un tipo de conexión divina, pícara, enérgica y llena de diversión que en la distancia te dará la oportunidad de revisar tu vida amorosa y de darle sentido. No te digo que seas infiel, pero si se te acercan con la excusa de quitarte un poquito de vino que te quedó en el labio, déjalo que siga su curso y descubre de una vez si vale la pena tenerlo lejos o muuuyyy cerquita. Muchas parejas encuentran al amor de su vida siendo pareja de otra u otro. Solo descubren si son el uno para el otro si se dan a probar un poco de "cariño en el Olimpo", y luego sopesar la experiencia que todos los amantes tienen: "vivir estresados porque no los descubran". ¡ESO NO ES VIDA! Es mejor un fin de semana encuevao' que una vida entera de dudas de si era o no la persona para tí. Lo peligroso de esos encuentros es que a veces las expectativas son tan altas, las fantasías tan elaboradas que cuando llegan a esa noche romántica resulta que el tipo tiene una barriga que no recordabas, una barba que raspa al solo beso del cachete y que además fue incapaz de abrirte la silla para que te sentaras. Luego piensas: "seguro que la cosa mejora luego, lo recuerdo ¡tan tierno e inteligente!"; pero es entonces te das cuenta que este rollo de 11 años con "Esteban" lo ha vuelto un tipo amargado y "medio lentejo" (una mezcla de lento con pendejo) y para completar (como nunca tuvieron intimidad, solo en tu cabeza) al decidir irse al hotel donde él se hospeda, descubres una ínfima, pequeña y casi inexistente razón por la cual recordar la perfecta excusa de que tienes que buscar a tu hija adolescente en una fiesta para llevarla a casa, es viable. ¡Allí todo acaba! Si corres con la suerte de que sea todo lo contrario, entonces ¡cuidado con acabar! Lo cierto es que los amores platónicos son necesarios para el corazón porque los hace latir más fuerte y lo ejercita de vez en cuando. Al final de cuentas un amor platónico se llama así porque Platón dijo que era en la distancia sin ningún tipo de conexión física, pero ¿quién es Platón para explicar eso? No vale, yo creo que el amor platónico puede ser la oportunidad de probarte que estás vivo o viva y así como el dolor que solo existe para recordarnos que aún sentimos, el amor, en cualquiera de sus formas estoy seguro que existe para recordarnos que tenemos todo el derecho de amar y ser amados, por una o varias personas a la vez, sin evocar tampoco que tengas que vivir de una orgipiñata bailable a otra. Sernos fiel es la mejor manera de ser congruentes con nuestra vida y darnos el permiso de amar en la distancia es una forma de sernos fiel. Si le añades poesía y picardía te encuentras un hobby mejor que el de armar rompecabezas y no es que sea un hobby sentir en la distancia por alguien pero es un espacio de frescura y sabores distinto a los sabores de tu cotidianidad. Si los amores platónicos deciden encontrarse frente a frente, mejor que sean musy maduros y responsables, porque de lo contrario ese amor de lejos será la "infelicidad de cuatro".